Frío, humedad, entumecimiento… ¿Verdaderamente pasamos un
invierno en condiciones físicas optimas y sin molestias?.
Invierno sin dolencias |
Es inevitable que nuestro cuerpo responda a los estímulos
que nos presentan los meses de invierno, haciendo que nuestra musculatura
presente una contracción más duradera.
Nuestra postura en el día a día es completamente distinta al
resto de estaciones, provocando gran tensión en nuestros músculos, los cuales
se encuentran con mayor rigidez,
al igual que nuestros tendones, fibras musculares y articulaciones. El dolor que podemos llegar a sentir es
proporcional al tiempo que tardamos en volver a entrar en calor y que dichas
partes del cuerpo vuelvan a obtener sus capacidades de elasticidad y
movimiento. Todos estos síntomas, si le sumamos una lesión o dolencia previa,
se pueden magnificar y llegar a situaciones de inmovilidad e
inaguantable sufrimiento.
Articulaciones fragiles |
Algunos consejos que siempre doy para afrontar de la mejor
manera cada invierno son:
- Utilizar la indumentaria adecuada, tanto de
abrigo como de calzado, sin olvidar los complementos como gorro, la mayor parte
del calor que perdemos es por la cabeza, guantes y calcetines gordos para que
no sufran nuestras articulaciones de los dedos.
Indumentaria y posturas |
- Al realizar el cambio de armario pongamos
atención en nuestras posturas al coger y desplazar tanto peso, subiendo y
bajando de los armarios. Esto puede suponer una sobrecarga en la espalda que
arrastraremos todo el invierno.
- No dejemos nuestra vida activa, aunque no
podamos realizar actividades al aire libre, siempre podemos cambiar de rutina y
mantenernos en forma tanto en casa con en un gimnasio.
- Prestar atención cuando nos encontramos
expuestos al frío, ya que tendemos a encoger los hombros, doblar la espalda y contracturar
el cuello, haciendo una suma de tensión en todo nuestro cuerpo que nos provocará
fuertes dolencias.
- La alimentación también debe ir acorde a cada
estación, en este caso, hablamos de una dieta que nos ayude a recuperarnos del
frío y mantenga nuestro termostato interno lo más estable posible. Sumando así,
la hidratación adecuada, bebiendo agua aunque no tengamos tanta sed como en el
resto de meses.
- Frente a cualquier actividad deportiva,
imprescindible un concienzudo programa de calentamiento y estiramientos.
Sin lugar a dudas, con el mantenimiento mensual, que tu
fisioterapeuta de confianza, realiza a tu cuerpo, no tendrás ningún problema de
sobrecarga o tensión en estos 4 meses que
nos brinda cada año.
¡Que tengáis una feliz espera a la primavera!